Corrie Yelland

 

Resuelta, luchadora y valiente, Corrie es una mujer extraordinaria que rehusó la radioterapia y, contra toda probabilidad, se curó de un cáncer terminal usando sólo aceite de cannabis. Podrás escucharla contar su increíble experiencia en una reciente entrevista en cannabisnationradio.com.  Esta es su historia:

Hola, soy Corrie. Tengo 55 años. En mayo del 2007, sufrí un infarto y me sometí a un doble bypass coronario. A consecuencia de la cirugía, sufrí durante 4 años de un dolor crónico y debilitante de un esternón desalineado y síndrome de neurología post esternotomía. Tomaba una gran cantidad de varios analgésicos las 24 horas del día pero apenas aliviaban el dolor. Pasaba los días en agonía esperando la tarde para poder intentar dormir.

Me tomaba pastillas para dormir todas las noches en un vano intento de escapar del infierno que vivía pero era todo un fracaso miserable. Un par de horas tras tomar las pastillas, me despertaba en agonía.

 

 

 

Avancemos a julio del 2011. Haciendo frente ya con dos manchas de cáncer de piel en la clavícula, me quedé atónita cuando me diagnosticaron cáncer del canal anal (el mismo cáncer que le costó la vida a Farrah Fawcett). Después de 2 cirugías, el médico me dijo que no habían eliminado todo el cáncer y que tendría que sobrellevar un régimen de tratamientos de radioterapia. Empecé a estudiar lo que ello implicaba y asistí a un encuentro inicial en la clínica.

Me informaron que "esta es la peor parte del cuerpo para la radioterapia; el rayo de radiación alcanzaría el coxis y el hueso púbico pudiendo causar daños permanentes." Harían todo lo posible para que el rayo no alcanzara la columna vertebral. Además, sufriría quemaduras de segundo y tercer grado en la vagina y  en el recto, por las nalgas, y por todas las regiones genitales y había "una gran posibilidad" de que la vagina y el recto se fusionaran quedando cerrados a consecuencia de las quemaduras y la cicatrización subsiguiente.

 

 

 

El listado de efectos secundarios tanto a corto como a largo plazo era interminable y espantoso pero entiendes la idea. Le dije al médico que necesitaba tiempo para pensármelo. Su respuesta fue hostil porque, según él, sólo me quedaban 2-4 meses, posiblemente 6. Salió murmurando algo de "deseo de morir". Un día alguien me mandó el vídeo de Rick Simpson "Run From The Cure" (Correr del Tratamiento).

Tardé varios días en verlo pero, cuando lo vi, me quedé estupefacta. Aquí había un hombre, sincero y aparentemente super convencional de un pequeño pueblo de Nueva Escocia, hablando de los resultados asombrosos que había visto tanto en él mismo como en otras personas tomando cannabis y curándose de un sinnúmero de enfermedades incluyendo el cáncer terminal.

 

 

 

Después de escuchar a Rick y a los testimonios en el vídeo, empecé a sentir esperanza por primera vez. Durante 2 semanas no hice nada más que investigar el uso medicinal del cannabis. Me alucinaba la enorme cantidad de estudios en Pub Med que indicaban que el cannabis tiene la capacidad de curar de verdad. Empecé a usar cannabis hace 2 meses según el protocolo del vídeo de Rick Simpson. (Se recomienda empezar con pequeñas cantidades, aumentando gradualmente la dosis para que el cuerpo se acostumbre y para no estar constantemente colocado. Al no haber fumado hierba desde hace unos treinta años, eso de no sentirme drogada me atraía bastante). Al embarcarme en mi lucha para vivir, tenía enormes esperanzas de poder curarme del cáncer.

 

Además de ingerir el aceite de cannabis, lo apliqué tópicamente en las 2 manchas de melanoma en la clavícula. En un plazo de 48 horas habían cambios visibles. Después de poco más de una semana las 2 manchas habían desaparecido completamente. Exultante, seguí tomándome el aceite con la esperanza de que funcionaría en los otros tumores que atacaban a mi cuerpo. Nada me preparaba por lo que sucedió después. Después de 2 semanas tanto el dolor del esternón como la neuralgia apenas ya se sentían.

 

 

 

Se tiene que entender que me había resignado a una sentencia de vida de dolor y agonía. Había vivido 4 años de dolor las 24 horas del día y jamás había imaginado que volvería a estar sin dolor. Podía ponerme de pie y el dolor agudo, tan intenso que me hacía gritar, desapareció completamente. Empecé a quedarme dormida durante toda la coche y dejé de tomar las pastillas para dormir. Visité a uno de mis médicos hace un par de semanas y me quedé emocionada al escuchar que cree que ha habido una reducción tanto en el número como en el tamaño de los tumores.

Sé en mi corazón que sólo es cuestión de tiempo antes de que me recupere totalmente. Incluso los más escépticos de mis amigos comentan el cambio visible en mi apariencia. He evolucionado y de ser una pobre mujer rota de dolor, encorvada y que arrastraba los pies he pasado a ser una persona dinámica con mucha energía. Incluso ha mejorado la textura de mi piel.

 

Antes de empezar a tomar cannabis, me tomaría entre 10-15 Tylenol 3 todos los días junto con una variada selección de otros medicamentos. Ahora, en un plazo de 24 horas, sólo necesito media pastilla. Se entenderá lo emocionada que me pongo al pensar en la distancia recorrida. El cannabis no sólo ha cambiado mi vida, la está SALVANDO.

 

 

 

Mientras investigaba, conocí a una mujer de Texas con el mismo diagnóstico que el mío. Fue diagnosticada al mismo tiempo que yo y nos sentíamos muy afortunadas de habernos conocido por ser idénticas en todos los aspectos, ie; la misma edad, el mismo diagnóstico, los tumores habían alcanzado la misma etapa y a las dos nos habían recomendado la radioterapia. Ella eligió la radioterapia. Siento mucho deciros que se murió hace 2 semanas como resultado de una infección y quemaduras por radiación dejando atrás a su marido y a su hija de 12 años.

 

Todo lo anterior lo escribí en marzo del 2012. Continué ingiriendo el aceite todos los días, aumentando muy paulatinamente la dosis. Además, empecé a rellenar cápsulas de gelatina con una mezcla de aceites de cannabis y oliva para utilizarlas de supositorio. Me preguntaba si el aceite funcionaba al aplicarlo tópicamente en melanomas y herida, ¿por qué no funcionaría allí? Se trata de acercarlo lo máximo a la fuente, a donde está el problema. A finales del mes de mayo, vi al médico que diagnosticó mi cáncer por primera vez. Fue cuando tuve que visitar la clínica por otro problema no relacionado. En aquel entonces, me dijo que ya no podía detectar ningún tumor visual o manualmente. Eufórica, por primera vez me atrevía creer que tal vez, QUIZÁS, el aceite de cannabis estaba funcionando.

 

Por no ser el cáncer la especialización de este médico en particular, dudaba en emocionarme demasiado. Ya no me tomaba analgésicos y empezaba a pensar que si el cannabis sólo mantenía el cáncer a raya, me consideraría muy afortunada.

El 20 de spetiembre del 2012 vi al especialista/ cirujano asignado a mi caso por primera vez en aproximadamente 6 meses. Me examinó 3 veces. El corazón me latía tan fuerte que lo sentía susurrando en los oídos. Y luego me dio la noticia que sólo había osado esperar. "¡Ha desaparecido! No encuentro nada en absoluto. Si no fuera por la cicatrización, no sabría que has tenido cáncer. Estaba temblando, mirándole con incredulidad. Llorando a lágrima viva, le abracé murmurando "gracias, gracias." Mirándome en los ojos, me dijo, "No, ¡gracias a TI! Tú eres quien has hecho esto. ¡Lo hiciste tú, Corrie! ¡Lo lograste tú, lo lograste tú! "No, Doctor, ¡lo logramos el aceite de cannabis y yo!" He recibido confirmación de que el cáncer ha desaparecido totalmente. 

 

Fuente :  //www.cannabiscure.info/files/corrie.htm