Purple Afghan Kush Ryder

Afganistán, uno de los países productores más antiguos del mundo que ha sido cuna de la cultura del cannabis y el hachís durante siglos. Muchas de las genéticas de cannabis famosas en la actualidad tienen sus raíces en Afganistán.

La Purple Afghan Kush Ryder proviene de las variedades de linaje kush cultivadas en la cordillera del Hindu Kush y del cruce con un ejemplar de Cannabis Ruderalis Purpusii a lo largo de varias generaciones. Esta combinación ha dado lugar a una variedad con características índicas y un patrón de floración autofloreciente morado.

La Purple Afghan Kush Ryder puede cultivarse tanto en interior como en exterior, alcanzando alturas de entre 80 y 100 cm, e incluso más. Su potencia es elevada, con un efecto relajante casi narcótico, lo que le otorga un alto valor medicinal. El aroma y sabor de esta variedad, al igual que su antecesora Afghan Kush, evocan el buen hash afgano, con notas aromáticas intensas.

Dado que su floración no depende del fotoperiodo, puede cultivarse en cualquier época del año en exterior, aunque sus rendimientos son mejores en condiciones ambientales óptimas. Un buen método para el cultivo en exterior es sembrar al comienzo del buen tiempo y repetir unos días antes de cosechar la primera, lo que permite obtener dos o tres buenas cosechas al año. Algunos cultivadores incluso realizan más cosechas, aunque en condiciones ambientales menos favorables, estas suelen ser menos productivas. En cultivo interior, se recomienda un ciclo de 20 horas de luz y 4 horas de oscuridad durante todo el ciclo de crecimiento y floración.

Purple Afghan Kush Ryder combina lo mejor de ambos mundos: la potencia y el linaje índica de la Afghan Kush, junto con la conveniencia de la autofloración y ahora encima en versión morada. Su aroma y sabor a hachís afgano la hacen única. Si buscas una experiencia relajante y medicinal, esta variedad es una excelente opción.